El pasado 11 de febrero, y tras más de un mes en dispersión, la comunidad del noviciado volvió a reunirse al completo en Javier, donde los compañeros de primero han realizado sus ejercicios espirituales.La alegría por el reencuentro fue desbordante y junto a la imagen del Cristo sonriente, que tanto les ha acompañado durante estos días, pudimos celebrar juntos la eucaristía para dar gracias al Padre por tanto bien recibido y pedirle que, reconociéndole en todo, podamos en todo amar y servir.
Tras la misa nos unimos a la comunidad de jesuitas de Javier para compartir con ellos la comida y agradecer todo el cariño y la calurosa acogida que han recibido nuestros compañeros durante su estancia allí. Del mismo modo también os queremos dar las gracias a todos los que habéis acompañado a los ejercitantes con vuestra oración.
Felicitaciones a los novicios por la experiencia de ejercicios y el reencuentro. Se os ve felices, muy en consonancia con el Cristo sonriente que os quiere y sostiene.
ResponderEliminarPor supuesto felicitaciones también a todos los demás de esa comunidad del Noviciado de San Francisco Javier.
Me impacta mucho la extraordinaria alegría de vuestros rostros... sí, algo fuerte pasó este mes, estoy seguro que lo recordaréis para siempre. Muchas felicidades, ¡¡un fuerte abrazo de la comunidad del Juniorado!!
ResponderEliminarLos reencuentros se deben gozar! A disfrutarlo y saborearlo!
ResponderEliminarUna abraçada!
Conozco un poco la vida de los Jesuitas. Hace ya tiempo he estado en un colegio, hoy abandonado, en Camposancos. Allí todo era alegria. ¡Cómo me agradaría volver a ese tiempo!. Habia un padre /Gutierrez/ que decía: Un Jesuíta triste será un mal ejemplo para quien se fija en su rostro, aunque sea lo contrario.
ResponderEliminarNo sé cuantos de aquellos compañeros llegaron a ser sacerdotes. Carlín, Martín...y tantos otros, Cerdeiriña...