El 2 de febrero, coincidiendo con la fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, un día en el que se ora de manera especial por tantos hombres y mujeres que entregan su vida en el seguimiento de Cristo según los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia.
Además, este año la fecha ha tenido un significado especial pues se ha clausurado el Año de la Vida Consagrada, que inauguró el Papa Francisco el 30 de noviembre de 2014. Este Año ha tenido como objetivos mirar al pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza, y ha supuesto la renovación de la alegría en la vida religiosa y la reflexión sobre cómo responder a los retos que se nos plantean hoy.
Por este motivo, el Noviciado, como parte activa de la vida religiosa de la diócesis de San Sebastián, ha participado en dos de los encuentros organizados por la Conferencia de Religiosos (CONFER). El sábado 30 por la tarde acudimos a una oración con gran parte de los consagrados de la diócesis, y el domingo 31 acompañamos al Sr. Obispo en la Eucaristía con la que se concluyó este Año tan especial para todos nosotros.
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