Si buscamos en Google consejos para que los padres tengan una buena
relación con sus hijos, encontramos que todas las webs y blogs hablan de las
mismas recomendaciones. De diferentes formas expresan la necesidad de estar
accesible a los hijos; escucharles y que se sientan escuchados; hablar juntos
de cosas importantes; conocer sus gustos, sus deseos, sus preferencias; también
sus miedos y sus disgustos; mostrarles apoyo y confianza…
Estos días hemos contando, en el Noviciado, con la presencia del P.
Provincial, Antonio España, y su Delegado para la Tercera Edad, Cipriano Díaz.
El motivo de la visita ha sido realizar con todos los miembros de la comunidad
la llamada cuenta de conciencia. Esta,
podríamos resumir que es un encuentro del Provincial con todos los jesuitas de
su Provincia para cuidarlos y conocerlos mejor. Parece que Ignacio, hace ya
cerca de 500 años, se dio cuenta de estos consejos en la relación padres-hijos y
quiso que formasen parte del modo de proceder de la naciente Compañía de Jesús.
El nombre de cuenta de conciencia
podría parecer algo arcaico, desfasado y propio de un tiempo en el que los
superiores "pasaban revista" para ver si las cosas funcionaban o no.
Esta sería una visión muy reduccionista y equivocada de lo que realmente es
este instrumento de la Compañía. Esta cuenta no se limita a mostrar al
Provincial nuestra conciencia interior, sino que engloba toda la persona en su
relación con Dios y su Voluntad, con nosotros mismos, nuestra relación con
otras personas, nuestras comunidades y nuestras responsabilidades. En ella
salen temas relacionados con la misión como: oración y trabajo, vida
comunitaria y social, salud, experiencias pasadas y planes de futuro.
Lo que se pretende en la cuenta de conciencia es establecer un diálogo
sincero y confiado entre el Superior y el jesuita para conocer la voluntad de
Dios en cada persona y poder enviarla a la misión que Este quiere en su vida.
Se entiende "como un diálogo entre dos amigos en el Señor, escrutando
juntos, cada uno según su responsabilidad, lo que el Dueño de la viña espera de
ellos para continuar su misión entre los hombres y mujeres de su tiempo".
En esta conversación el Provincial escucha las situaciones personales, transmite
confianza, muestra apoyo… todo para que el jesuita reconozca en él a un
verdadero padre que cuida de sus hijos.
Para los novicios de 1º, realizar nuestra primera cuanta de conciencia ha
sido una experiencia muy importante de sentirnos queridos y cuidados por la
Compañía. Saber que la Compañía nos escucha y busca con nosotros lo mejor para
nuestra vida: la Voluntad de Dios.
Agradecemos enormemente a Antonio y a Cipri su visita y todo el cariño y
apoyo que de ellos hemos recibido.
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