San Ignacio y Salmerón se llevaban veinticuatro años. San
Pedro Fabro era saboyano y Rodrigues portugués. Al echar un rápido vistazo al
grupo de fundadores de la Compañía de Jesús, uno no puede más que sorprenderse
ante su enorme diversidad. Por si fuera poco, no ocultaban sus discrepancias e
incluso las dejaban por escrito.
Al afinar un poco más la mirada, intuimos que la Compañía
nace de una comunidad más que de un proyecto. Un grupo de "amigos en el Señor" que con los años habían ido creciendo en lo personal, intelectual y comunitario. Al
decidir constituirse como cuerpo estable, era necesario describir con claridad
los rasgos definidores de su vida. De esta situación nace un documento
fundamental: la Fórmula del Instituto.
A lo largo de un par de días durante esta semana, los
novicios de primero nos hemos adentrado en el proceso de redacción y el
contenido de la Fórmula, de la mano de Josep Maria Rambla, SJ. El curso nos ha
permitido seguir profundizando en el "modo
de ser de su Instituto [la Compañía] que
es camino hacia Él [Dios]". El fin y modo de la Compañía, la
obediencia al Papa y al Superior, la pobreza o el estilo de vida son los
principales temas contenidos en la Fórmula.
Imagen del curso |
Mientras tanto, los novicios de segundo han estado en
Barcelona, en un curso sobre el Diario Espiritual de San Ignacio, del que
hablaremos más adelante.
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